Dice mucho sobre una película cuando su momento más memorable es un uso incorrecto de la geografía.
El momento en que un personaje está en un autobús que sale de Camden y se encuentra de repente en Piccadilly evocó el mismo ruido de la audiencia de críticos con sede en Londres que imagino que se habría emitido en respuesta a Thors ¿Cómo llego a Greenwich? pregunta en El mundo oscuro.
Fue una cacofonía de resoplidos y suspiros que connotaba que el público había renunciado oficialmente a la película.
Aún más desafortunadamente, ese fue también el momento más entretenido de la película, porque Stratton es, por lo demás, una travesura bastante poco notable: una película por números sobre un hombre machista que hace cosas de hombre machista.
Residencia en El rehen – libro número uno de ocho en la serie John Stratton de Duncan Falconer Stratton se trata de John Stratton (¡sorpresa!), un operativo del Servicio Especial de Botes (interpretado por Dominic Cooper) que actualmente está rastreando una célula terrorista internacional.
La película se abre en medio de una misión que sale mal (como hacen estas cosas).
El compañero de Strattons muere y él regresa a Inglaterra sabiendo que alguien está detrás de él.
Se estableció con un nuevo socio (uno que inevitablemente tenía un vínculo con el antiguo socio) y van al MI5 para resolver los siguientes pasos.
La misión sacará lo mejor de algunos (posible interés amoroso Gemma Chan) y lo peor de otros (slimeball Tom Felton), ya que Stratton hará de machista y rebelde su camino hacia la verdad.
Al entrar en la película, sabiendo que esa era la premisa, sentí que de lo único de lo que podía estar seguro era de una actuación sólida de Dominic Cooper, un hombre que había irrumpido en la escena en The History Boys, y actualmente ofrece lo que consistentemente es un extraordinario desempeño imperdible en la serie de televisión Predicador (actualmente se muestra en Amazon Video).
Lamentablemente, Cooper se pierde bastante en los procedimientos con lo que es una actuación en gran medida olvidable.
Para hacer un giro estelar en el verdadero papel de hombre machista, debes abordarlo con entusiasmo, con una mezcla especial de encanto / arrogancia / entrega de mierda cero.
Algo, que nuestro gran líder Simon Brew diría, que Jason Statham hace con gusto.
El hecho de que Cooper reemplazara a Henry Cavill, quien se fue cinco días antes del rodaje debido a diferencias creativas (supuestamente debido a sus dudas sobre el guión), explica en cierta medida el resultado final.
El papel no se siente como algo natural para él, como verlo correr con la ropa de otra persona: Cooper no es Statham y termina proporcionando una actuación bastante vainilla.
Aparte de ese uso infame e inexacto de la geografía de Londres, y el rendimiento de Coopers meh, no queda mucho por decir sobre Stratton.
El guión es mediocre y una mordaza temprana que implica el uso de la palabra literalmente definió cómo iban a ser las cosas.
Las actuaciones de apoyo parecen involucrar a todos jugando ellos mismos.
El personaje de Chans es indistinguible de su papel de Mia en Humanos ambos implican respuestas medidas a lo que otros personajes han dicho y jugando con las computadoras.
El personaje de Felton parece una versión diluida de Draco Malfoy, un tipo de funcionario público de muchachitos progresistas de 30 años.
Connie Nielsen, como la jefa de Strattons, es el personaje que aporta más clichés a los procedimientos y el tipo de intento de acento inglés que hay que escuchar para creer.
Derek Jacobi es, aunque un poco fuera de lugar, lo más destacado como la figura paterna de Stratton.