Películas de Stephen King revisitadas: mirando hacia atrás en The Shining

El resplandor a menudo se cita como una de las películas más aterradoras de todos los tiempos, algo con lo que estoy de acuerdo. Kubrick no se basa en tácticas baratas o humo y espejos para asustar a su audiencia, sino que crea un mundo que se siente a la vez intrincadamente diseñado y terriblemente crudo. Es un ataque de dos frentes diseñado para inquietarte sutilmente antes de desatarse en un asalto a tus sentidos. La ubicación del Overlook es un ejemplo práctico de esto; la estética administrada del edificio del hotel complementa y contrasta la cordillera dentada en la que se encuentra, mientras que la sugerencia de que está construido en las tierras de enterramiento de los nativos americanos representa el horror subyacente que opera aquí.

Kubrick nos presenta muchas tomas en picada y expansivas a través del paisaje para enfatizar su aislamiento, particularmente en los viajes realizados primero por Jack solo y luego por su familia: su pequeño Beetle amarillo, un punto brillante vulnerable en un entorno peligroso. Esa inmensidad en sí misma se siente abrumadora, un momento sublime e inspirador al que se regresa a lo largo de la película, ya sea que se muestren los montones de nieve que atrapan a la familia dentro del edificio o el aislamiento más amplio de las montañas con las que la familia debe lidiar.

El encuadre de Kubrick de la narrativa dentro de los muros del Overlook continúa esta sensación de distancia. Mientras King te lleva directamente al corazón y la mente de la familia, Kubrick opera en cambio como un maestro de marionetas, manipulando tanto a su audiencia como a sus personajes y moviéndolos por el tablero de ajedrez que es el Hotel Overlook. Siempre hay una cierta distancia emocional en juego; no estamos sintiendo el colapso como lo hacemos en la novela de King, sino observándolo. El horror de ambos es que no podemos hacer nada más que mirar.

Cuando vemos a Danny y Wendy moverse por el hotel, es desde atrás, siguiéndolos en lugar de caminar junto a ellos a través de sus narrativas. Una de las tomas más hermosas de la película es pasar por alto el laberinto de setos mientras Danny y Wendy se pierden en él, representando no solo su situación casi imposible, sino también su separación de Jack, mirando por encima del modelo de seto del hotel. En otros lugares, a menudo vemos a Jack de cerca, enfatizando su deterioro físico y mental a lo largo de la película. Aumenta ese sentido de que Kubrick casi se burla de nosotros con esa distancia emocional, además de sugerir las fuerzas en juego que están más allá de nuestra comprensión y la de la familia Torrance.

De acuerdo con esa sensación fría y distante, Kubrick también ofrece un juicio mucho más severo sobre Jack Torrance. La versión de King del patriarca es alguien que está tratando de mejorar para su familia, pero no puede lograrlo. El Overlook se aprovecha de esto, pero es Jack quien gana al final, incapaz de matar a Danny y así logrando algún tipo de redención.