Exención de terrores como Nueve vidas y La peor Navidad de Grumpy Cat Desde el canon de la representación felina, estos animales cotidianos se utilizan para todo tipo de propósitos con horror, y como es Halloween, hemos estado pensando en algunas de esas representaciones diferentes. Hay una famosa máxima narrativa que dice que los personajes deben ‘salvar al gato’ al principio de la historia, pero horrorizados, es más frecuente que necesiten ser salvados del gato.
Lo que sigue no es un catálogo completo y exhaustivo de su historia cinematográfica en el género. No hemos incluido modelos únicos de moggyness, como la película de 2010 sobre invasión de viviendas Ardiendo intensamente, que crea un Lemony Snicket-esque torre de circunstancias para poner un tigre vivo en una casa tapiada con una adolescente y su hermano autista durante un huracán. En su lugar, estamos usando ejemplos clave para observar nueve tropos principales para los gatos en el horror, ya sean afortunados o desafortunados; natural o sobrenatural; bueno o malo…
1. Hombres gato

¡Hay gatos! Nunca llegarás muy lejos en una conversación sobre gatos en el horror sin llegar a 1942 Gente Gato, un horror psicológico seminal al que más tarde Paul Schrader le dio una nueva versión más espeluznante. Basado en el cuento del productor Val Lewton El Bagheeta, La película de Jacques Torneur sigue a una joven serbia llamada Irena (Simone Simon), cuyo matrimonio con el ingeniero estadounidense Oliver (Kent Smith) se ve tenso por su profundo miedo a una maldición familiar.
Irena ama a su esposo, y está petrificada de que si se excita o se enoja, una maldición de magia negra sobre su familia hará que se transforme en un gato salvaje y lo ataque violentamente. Los animales comienzan a volverse locos a su alrededor, a excepción de una pantera enjaulada en el zoológico de Central Park de Nueva York, que viene a representar la forma en que Irena está enjaulada por su confusión interior y la lleva a un final trágico.
El remake de Schrader, que quizás sea mejor recordado por el tema musical de David Bowie, invoca los tropos de las películas de hombres lobo y agrega matices eróticos e incestuosos. En resumen, se trata más de los efectos externos que del monstruo interno, que el original ensayó de manera tan brillante a pesar de un presupuesto limitado y una producción problemática.