Kevin Smith, Autodistribución y el futuro del cine

En el discurso de quince minutos que siguió, Smith arrasó con un sistema de distribución que gastó millones de dólares en impresión y publicidad, aumentando los costos que, creía, nunca podrían recuperarse. En su opinión, estaba lanzando Indie 2.0, un sistema de hacer y distribuir películas que trataban directamente con teatros y expositores, eliminando al intermediario, no solo ahorrando dinero sino obteniendo ganancias. La verdadera independencia no es hacer una película y venderla a algún imbécil. La verdadera independencia es arrastrar esa mierda a la gente.

Para garantizar el éxito, Smith convirtió cada proyección en un evento: asistir a ellos mismos para responder preguntas y presentar la imagen, esencialmente girando con la película. Sin embargo, lo más interesante fueron las afirmaciones de Smiths de que la industria era una sala cerrada y que indie 2.0 era la solución. Ningún niño podría entrar [en la industria] ahora. … Es impenetrable. Si ni siquiera la ruta indie tradicional estaba abierta para los recién llegados, Smith tendría que abrir un nuevo camino. Fue un gesto notable, aunque centrado firmemente alrededor del dedo medio de Smith. Smith sabía que él, junto con su antiguo productor Jon Gordon, estaban quemando el puente cuando lo cruzamos. Pero todavía lo cruzó.

Seis años después y las consecuencias de la subasta de Smiths Sundance son difíciles de rastrear. Para lo que parecía un evento tan explosivo en ese momento, solo quedan algunos escombros por hoy.

La carrera de Kevin Smith como cineasta se ha mantenido a flote con el lanzamiento de Colmillo y Hosers de yoga, así como un número aparentemente infinito de próximos proyectos en su pizarra. Cuando llegó el momento de lanzar su próxima función,Colmillo, en 2014, Smith ya había regresado a los medios tradicionales de distribución. A pesar de que se había asociado con los distribuidores independientes de vanguardia A24, no obstante, había vuelto al redil.

Smith, sin embargo, continúa de gira con sus proyectos. Esto, quizás paradójicamente, apunta a la mayor fortaleza y debilidad de las afirmaciones que Smith hizo en Sundance. El camino que tomó Smith estaba disponible para él precisamente debido a su enorme base de admiradores, muchos de los cuales se pueden escuchar vitoreando las imágenes de esa fatídica noche en Sundance. Smith está garantizado para atraer a una multitud simplemente haciendo acto de presencia. Hes admiraba tanto como un narrador como un cineasta. La ironía de la situación de Smith era que tenía la capacidad de darle la espalda a los estudios y las empresas de distribución porque había pasado quince años trabajando para ellos.