Al regresar a América del Norte para un funeral después de vivir varios años en Shanghai, Sarah (Jaime King) y Jason (Terry Chen) descubren que su hijo Sam (Regan Oey) está comenzando a actuar de manera extraña. ¿Y quién puede culparlo, dado que está viendo fantasmas? Después de que se enferma gravemente, Sarah se entera de que está bajo el control de un espíritu empeñado en la venganza y que si no hacen lo que quieren, morirá a fin de mes.
El problema es que al final del mes faltan veinticuatro horas.
Sumida en un mundo extraño donde la presión cultural y un terror invisible resultan igualmente inquietantes, Sarah se ve obligada a arriesgar su propia vida en un esfuerzo por salvar a su hijo, y posiblemente a algunos otros en el negocio.
En el clima actual de pornografía de tortura y remakes de 'nasties' de los 70, es agradable ver un horror de supervivencia sin ilusiones, sabe qué casillas tiene que marcar y las maneja a todas con garbo, gracias a una actuación sólida, buen trabajo de cámara y un buen sentido del tiempo de suspenso.
Sabrás exactamente cuándo quieren que saltes y lo hagas de todos modos; Si bien solo hay un par de sustos, estarás completamente nervioso de principio a fin.
El director Ernie Barbarash, mejor conocido por sus papeles de producción en American Psycho y las secuelas de Cubo, claramente sabe cómo exprimir hasta la última tensión de un paquete aparentemente poco prometedor.
La trama no es original, pero adivina lo que está sucediendo y serás recompensado con un final que contiene un descubrimiento apropiadamente macabro y una muerte sorprendente.
Se evita cualquier gore o desagrado en favor de la buena espeluznante pasada de moda, algo que funciona a favor de la película hasta el final, y cuando llega el horror funciona como resultado mucho mejor.
Habiendo visto recientemente lago Eden, con su sangre implacable y trucos desagradables, Ellos esperan se siente como un verdadero "horror" que te hará sonreír de esa manera ligeramente retorcida que acompaña a tratar de no esconderse detrás de los cojines del sofá.